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lunes, 23 de octubre de 2017
El organismo necesita medicinas cada vez más fuertes y tóxicas, los agentes infecciosos mutan e incrementan su fuerza e impacto
La resistencia a los antibióticos es una respuesta del organismo al abuso de medicamentos que combaten bacterias, hongos, virus y parásitos. El organismo necesita medicinas cada vez más fuertes y tóxicas, los agentes infecciosos mutan e incrementan su fuerza e impacto (surgen las Rambo-bacterias), y las personas quedan expuestas a esos asesinos entrenados.
¿Quién es el culpable?
La mutación y surgimiento de súper bacterias es un fenómeno que sucede naturalmente, como las nuevas cepas de influenza estacional que se generan cada año. Sin embargo, existen varios factores que aceleran el proceso y, para variar, los seres humanos somos los culpables.Aceleradores de Rambo-bacterias
- Automedicación
- No concluir tratamientos de antibióticos
- Abuso de antibióticos en animales
El problema se agrava porque en muchas ocasiones, tanto a pacientes como a médicos les parece adecuado tomar o prescribir antibióticos a diestra y siniestra como si fueran dulces, cuando en la mayoría de las ocasiones bastaría con tomar muchos líquidos y estar en cama un par de días para dejar que el sistema inmunológico se encargue de combatir una infección ligera.
Por otra parte, los animales que se utilizan para agricultura y ganadería reciben grandes cantidades de medicamentos para curar enfermedades que se producen por las terribles condiciones de hacinamiento en las que se encuentran.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en los próximos 20 años se duplicará el uso de antibióticos en ganadería, acuicultura y tratamiento de plantas. Animales y vegetales repletos de hormonas y sustancias médicas que se convertirán en alimento que devoraremos después.
Problemas… y soluciones
La resistencia a los antibióticos prolonga estancias en hospitales, incrementa costos que afectarán mucho más a las personas que son vulnerables económicamente y hará que cualquier tipo de intervención quirúrgica o tratamiento en médico se vuelva más peligroso.¡No te automediques!
La buena noticia es que no todo está perdido y existen un par de cosas que todos podemos hacer para disminuir este grave problema:
- No automedicarse
- Siempre terminar tratamientos médicos
- Mantenerse al día con las vacunas
- Tener relaciones sexuales seguras
- Respetar normas de higiene como lavarse las manos y desinfectar alimentos
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